domingo, enero 14, 2007

Mi vino






Me eres intenso
color a sabor a sangre,

me recorres entera
en una danza frenética
te hago parte de mí,
en cada trago
mientras acaricias mis labios
y dejas tu huella efímera
empapada en tonalidades de ciruela madura.
Viva Dionisio el inmortal
que muera la negación fálica
y que se abra la feminidad al mundo
Vino mío ya soy tan tuya,
Siempre lo he sido
Incluso antes de decir tu nombre.
Feliz moriría en tu venenoso placer.